Pequeña muerte



"Soy un alma desnuda en estos versos,
alma desnuda que angustiada y sola
va dejando sus pétalos dispersos.
 Alma que puede ser una amapola,
que puede ser un lirio, una violeta,
un peñasco, una selva y una ola.
 Alma que fuera fácil dominarla
con sólo un corazón que se partiera
para en su sangre cálida regarla.

Alma que cuando nieva se disuelve
en tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.
 Alma que a ratos suelta mariposas
a campo abierto, sin fijar distancia,
y les dice: libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia,
de un suspiro, de un verso en que se ruega,
sin perder, a poderlo, su elegancia.
 Alma que nada sabe y todo niega
y negando lo bueno el bien propicia
porque es negando como más se entrega.
 Alma que suele haber como delicia
palpar las almas, despreciar la huella,
y sentir en la mano una caricia."

-Alfonsina Storni


Mi cuerpo desnudo y mi alma también desnuda. Mis manos martillando recuerdos. El rumor a sepelio en la noche. El viento sepulcral de la hora en que las bases de mi antigua casa se destruyen. Pienso en el doloroso silencio del reconocimiento. En el dolor albergado en mi vientre. 
Aquí el olor a parto cercano. Esta pequeña muerte.  Aquí el espejo roto para re inventarlo todo.



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